un lugar llamado vértigo

Hay una cosa de los cómics de Vertigo que no me convence. Supongo que todos maduramos como lectores y nos gusta que los personajes lo hagan con nosotros. En ese sentido, con lo que me he matado yo por Vertigo, creo que he acabado prefiriendo un buen Marvel Knights. Y me explico. He seguido tangencialmente las numerosas publicaciones de Vertigo en los últimos casi quince años. Me he subido al tren y me he bajado de él para con el tiempo volver otra vez. Subir, bajar, subir, ¿bajar? Vertigo está bien, pero decididamente no va conmigo.
Lo mínimo que le puedes pedir a un cómic es que el dibujo te haga tilín. Sandman o Los Invisibles podían tener un guión de puta madre pero el baile de dibujantes se me hacía insufrible y después del todo un cómic no son solo palabras exquisitamente escogidas y una buena portada. Había numeros de A game of you que eran como para matar a alguien. Otra cosa es el tema de la libertad creativa. En una editorial como esta, que se saltaba el comic code como principio fundamental, lo malo no es la censura, sino su falta. Solo hay que leer (no hace falta ni terminarlo) The filth. Epatante, autocomplaciente, libre.
Lo que si tiene merito es coger la historia de siempre y volver a contarla de tal manera que un tío de casi 30 no quiera volver a ser niño otra vez. Y se necesitan huevos para sorprenderte en 2007 con una historia sobre Superman. Lo que me gusta de All Star Superman, como de MK Spiderman o Capitán America, es esa vieja nueva emoción. Con tantos años de continuidad y tanto freak continuista, al final el castillo de naipes que son los cómics de superheroes acaba por irse al garete. Han pasado casi 70 años del nacimiento de Superman, algo más de 20 de la reforma post-crisis es de John Byrne, y se me antoja improbable que Jimmy Olsen, Lex luthor y la madre que los parió a todos no hayan sumado dos mas dos y les haya salido que Clark Kent es Superman. Y lo mismo para la tía May que, eso si, vuelve de entre los muertos como el que vuelve de comprar el pan. Las series de tropecientos numeros apestan. Pero ahora se han sacado que puedes darle libertad a Grant Morrison para escribir Superman y a Mark Millar para reinventar los Vengadores y se facturan las obras maestras como churros. Qué lastima, ahora que me había prometido dejarlo.
Los primeros 6 números de la ganadora del Eisner a la mejor nuva serie 2006, All Star Superman se editaron en USA en un tomo a principios de año. El diseño de la colección, del maestro del layout Chip Kidd, es lo más emocionante que he visto hecho con letras desde el diseño editorial del Complete Peanuts de Seth. Ese tipo de cosas que te alegran la vida.

Influencia #30: grant morrison